lunes, 21 de septiembre de 2020

LA VUELTA AL MUNDO DE WILLY FOG

  Los habituales lectores de este blog quizá hayan pensado, ante mi incomparecencia, que yo era otra víctima más de esta maldita pandemia. No andarán mal encaminados. A pesar de que mi salud sigue siendo férrica, esta situación me ha hecho perder un poco el norte, y la inspiración para escribir ha brillado por su ausencia.

 Hasta que el mismísimo Willy Fog ha venido al rescate. 

 Los lectores más jóvenes quizá no recuerden esta serie de dibujos animados que a muchos niños en los 80 nos inoculó el vicio de viajar. Quien me siga habitualmente podrá dar fe de que en mi caso, este virus (mucho más simpático que el Covid), encontró en mí un ecosistema ideal.


 La serie en cuestión está basada en la novela "La Vuelta al Mundo en 80 días" del francés Julio Verne. Aprovechando el tirón y que tenía el libro por casa, lo he leído para poder compararlo con la serie que, como dirían los cursis, he revisitado últimamente. Se trata de una novela magnífica, de muy fácil lectura. Recomendable para gente de todas las edades.

 El argumento es de sobra conocido. Un caballero inglés apuesta con sus compañeros de club una gran suma de dinero a que podrá dar la vuelta al mundo en 80 días. Ahora no parece tan difícil. Pero en el siglo XIX, sin Ryanair o Booking, la cosa era más complicada. Como era de esperar en un viaje tan poco programado, le suceden las mil y una putadas, que irá superando gracias a su talento natural y unas buenas morteradas de dinero.

 Más enfocada al público infantil (y algún servidor más crecidito), los personajes de la serie son animales mamíferos antropomorfos muy graciosos y no elegidos al azar. Así, el protagonista es un león con la elegancia que se espera de un lord inglés. O su criado Rigodón, antiguo acróbata de circo, es un ágil gato. En cambio, los caractéres más ladinos son encarnados por animales menos queridos.

 Se añaden algunos personajes que no se incluyen en la novela. Como el "malvado Transfer", un lobo que no para de hacerles la pascua a los protagonistas, o Tico, un simpático ratón de campo que da el toque hispano (más concretamente andaluz) a la serie. 

Una serie brillante

 La serie se adapta bastante fielmente al libro, a pesar de tomarse algunas licencias imaginativas y estirar bastante el argumento, para completar los 26 capítulos. Podría decir que es un producto de gran calidad y atemporal, además de no estar reñido con el buen gusto. Para redondear el pastel, la banda sonora es excelente, y está interpretada por el grupo Mocedades, lo cual da idea del cuidado que han puesto en muchos detalles. 

 Comparando esta serie de dibujos animados y las que se solían hacer en esa época, entre las que destacaría "Érase una vez el Hombre" y "Don Quijote de la Mancha" (dos joyas absolutas) y lo que se hace ahora, me alegro de no ser niño. Si aun habiendo crecido viendo estas maravillas, mi generación cuenta con una cantidad no pequeña de ignorantes, no quiero pensar cómo serán las venideras, influenciadas por engendros como "Bob Esponja" o los "youtubers" de turno.

 Así que mientras los españoles sigamos siendo "bultos sospechosos" en el resto del mundo, no será mal consuelo seguir las aventuras de nuestro amigo Willy Fog o leer la excelente novela de Verne.