jueves, 4 de febrero de 2010

Limpio como una patena


Hace unos años me llamaban mucho la atención los medicamentos y las pastillas. Me parecía cuasi-mágico que me doliera algo, me tomaras un potingue y estuviera como nuevo. O que no pudiera dormir, y con una píldora de nada, cayera como un tronco.
Pero me fui dando cuenta de que algunas de esas cosas te producen hábito. O que te arreglan una cosa y te estropean otras cuatro. Así que, en los últimos años me he inclinado más por remedios menos agresivos y más holísticos, es decir, más enfocados al tratamiento integral de la persona. El médico alópata o convencional no es alguien al que hay que obedecer ciegamente. Es una persona que se puede equivocar, tiene su orgullo, defiende su gremio y en algunos casos es poco proclive a admitir que otros caminos pueden ser igual o más válidos que el suyo para mejorar la salud del paciente. Del tema de los intereses de las industrias farmacéuticas, mejor no hablar. Con este panorama, no es de extrañar que cada vez más gente abogue por recurrir a las denominadas terapias alternativas. Cajón de sastre en el que puede haber remedios muy eficaces y auténticos descalabros para la salud. De entre todo este mundillo, hace poco llegó a mis manos un libro llamado "Limpieza hepática y de la vesícula". En él se explican las consecuencias que tiene un incorrecto funcionamiento del hígado para nuestra salud. Unos de los motivos para que el hígado funcione mal es la formación de cálculos de bilis y colesterol que se generan por diversos motivos y que bloquean los conductos biliares. Tras recopilar algunos testimonios favorables, y me decidí a hacer la limpieza.
El método es bastante sencillo. Básicamente consiste en comer ligero durante 6 días en los que hay que beberse 1 litro de zumo de manzana diario. El sexto día hay que beberse unas sales de magnesio que saben a rayos y a última hora mezclar aceite de oliva con zumo de pomelo y trapiñárselo (aunque parezca increíble no está mal del todo). Luego te vas a la cama a dormir y al día siguiente empiezas a eliminar piedras por salva sea la parte. Yo me quedé alucinado de lo que conseguí eliminar. Cientos de pedrolos, la mayoría muy pequeños, pero algunos casi del tamaño de una moneda de 50 céntimos (como se puede ver en la foto adjunta). El proceso es totalmete indoloro. Por lo visto, el ácido málico del zumo de manzana consigue ablandar las piedras. Tampoco es un juego. Se pasan ratos un poco malos y si no se hacen las cosas bien, puede haber problemas. Pero vale la pena. Saber que todo eso lo tenía dentro y lo había conseguido eliminar me produjo una gran sensación de alivio. Y también he notado mucha más vitalidad. En definitiva, y como dice el libro, he tomado de alguna forma las riendas de mi salud. Y una vez que las he cogido, no me parece buena idea soltarlas.

8 comentarios:

Tyrannosaurus dijo...

Deseamos que tu recuperación sea total. Cierto es que la medicina holística tenga sus límites, puesto que hay ocasiones en que la cirugía o la quimioterapia es un tratamiento obligado. Sin embargo, no es menos cierto el corporativismo que existe en el campo de la medicina. Siempre me ha irritado el tono condescendiente y soberbio que emplean algunos médicos con sus pacientes. Eso sí, cuando de reconocer sus errores se trata nadie dice esta boca es mía y solo queda reclamar al maestro armero (como ocurre con la clase política).

Rufus dijo...

Al día siguiente ya estaba como nuevo. La medicina convencional tiene su sitio es la más adecuada para algunos casos. No para todos, como nos quieren hacer creer.

Anónimo dijo...

¿Qué has hecho con todo ese plato de piedras?

Saludos

LORENZO

Rufus dijo...

Las piedras las tiré. La mayoría son de bilis y no se conservan bien.

Anónimo dijo...

¿Que sintomas tuviste para saber que tenías eso en el hígado?
¿Dolían o pinchaban?

Rufus dijo...

En el libro te cuenta qué hábitos hacen que se formen las piedras, y muchos síntomas indirectos. Yo no tengo graves problemas de salud, pero deduje que a lo largo de mi vida se tendrían que haber generado bastantes piedras, como así fue.
El zumo de manzana ablanda los cálculos.Por ello no duelen ni pinchan al salir.

Anónimo dijo...

¿Esas piedras salen por el intestino grueso ó por la uretra?
¿Cómo pudiste localizarlas?

Rufus dijo...

Las piedras salen a través del intestino grueso.
Cuando haces la limpieza hay una fase en la que sólo salen las piedras. Puse un colador en la taza del inodoro para hacerme con ellas. También hay gente que las coge de la taza sirviéndose de un guante.