lunes, 15 de agosto de 2011

Elvis está vivo



El viernes pasado había anunciada una actuación de un imitador de Elvis Presley en un pub cerca de mi casa. Cansado de largos desplazamientos a Windsor, Londres o Birmingham para encontrar algo de vidilla, no podía desaprovechar la oportunidad que se me brindaba. No es que sea un fanático de Elvis, pero podía ser divertido.Además, a un amigo le gustó la idea y se sumó a última hora. Así que nos presentamos en el pub "The Queen´s Arms" a las 9 de la noche. Ciertamente el ambiente no era muy tentador. Un puñado de parroquianos con edades comprendidas entre los 10 y los 60 y muchos años, la mayoría más interesados en pedirse el trago que en seguir las evoluciones del sosias del cantante americano. En el humilde escenario, un hombre de mediana o más edad, vestido de negro interpretaba los más célebres temas de Elvis Presley. No se conformaba con ello, sino que también imitaba sus más caraterísticos movimientos. Nunca he visto a Elvis en vivo y en directo, pero me daba la impresión de que la imitación estaba bastante lograda. Poco a poco el público se iba soltando. En primer lugar saltaron a la pista dos presuntas solteronas (a pesar de llevar unos cuantos meses en el pueblo, no estoy puesto en la crónica rosa del lugar) que se marcaron un baile que motivó al resto de la audiencia. Cuando la cosa se había empezado a animar, el cantante se tomó un descanso, que fue aprovechado por el personal para repostar. Ya le pueden poner impuestos al alcohol, que aquí no se perdona. La gente no va al pub a contar chistes precisamente. Al cabo de un rato, el Elvis vestido de negro dio paso al más festivo de traje blanco de solapas con collar hawaiano. Para entonces la parroquia se había desatado, destacando dos personajes que lo dieron todo en busca del pototeo: un hombre trajeado cuyos rasgos y vestuario parecían sacados de una comedia británica de los 70 y un indio con turbante, barba y gafas estilo "Eugenio". No faltaron los espontáneos que se atrevieron con el micrófono para hacer duetos con el falso Elvis e incluso alguna "gruppie" madurita. Como se puede comprobar, hubo tanto o más espectáculo delante del escenario que en él. Lo cual no desmerece el mérito del cantante. No sólo por sus buenas y atinadas interpretaciones. Sino por mantener el interés y la profesionalidad en un lugar tan humilde. Porque para darlo todo en Wembley ante 50.000 personas no hace falta mucha motivación. Pero sí para hacerlo en un modesto pub de Cornlbrook ante una audiencia tan limitada como variopinta. Y hablando de pintas, cayeron unas cuantas, pero al lado de la población nativa (auténticas esponjas), no soy más que un aprendiz.
En resumen una noche de lo más divertida e interesante. Desde entonces no puedo evitar emocionarme cuando escucho "Suspicious Minds"...

3 comentarios:

Sosaku Runner dijo...

Genial entrada, me traslada a esos pubs de pueblo inglés y a esa vida tan particular. Elvis vive!

Tyrannosaurus dijo...

Una vez lei algo asi como que un pub era un lugar donde lo mas inesperado podía ocurrir. Incluso hasta en pubs aparentemente aburridos y anodinos. Si a eso le sumamos una interpretacion acertada de Elvis (yo si que soy fan) y el espiritu de diversion en las islas el exito esta garantizado.
Y es que entrar a un pub no tiene nada que ver con hacerlo con un bareto de barrio de los que se estilan aqui (con todo mi respeto para ellos).

Rufus dijo...

La principal diferencia con el bareto de barrio español es que si no conoces a nadie al entrar, tampoco los conocerás al salir. En cambio por aquí cualquiera te da conversación. Aparte, claro está de que la cantidad de alcohol ingerida per cápita es mucho mayor en el Reino Unido.
¡Ya lo creo que Elvis vive!Muy grande tiene que haber sido un personaje para que le hayan salido tantos imitadores.