sábado, 11 de febrero de 2012

Yogur cosmopolita


He aquí un claro ejemplo de la globalización: Un sujeto español (servidor), viviendo en Inglaterra, va a comprar a una tienda de proximidad regentada por indios. Allí compra un yogur estilo turco, de una empresa polaca, pero producido en Alemania. A pesar de todas las vueltas que ha dado y de lo que digan los anti-globalización, el yogur estaba buenísimo.

8 comentarios:

Gus dijo...

¿Te lo comiste de una sentada? Te pega mucho... es que una vez que se empieza no se puede parar.

Rufus dijo...

No sería la primera vez,pero estos yogures suelen ser mi desayuno, y no sería muy recomendable ir a trabajar con medio litro de yogur en el estómago...

J dijo...

Ojo al yogur turco que por su culpa igual se lía la III Guerra Mundial. La BBC informa de que un ciudadano griego denuncia a una empresa sueca por usar su imagen en bote de yogur turco. Pide indemnización de 7 millones de dólares. Yo que tú lo sacaría de la nevera directamente a la basura y volvería al pacífico Clesa para evitar conflictos internacionales. Salud!
http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/04/100410_griego_yogur_turco_suecia_rg.shtml

Tyrannosaurus dijo...

La verdad que a mi el yogur griego me encanta, aunque supongo que a Merkel se le podría indigestar. ;)

Rufus dijo...

Muy bien traida la noticia, J. Lo mejor de todo es que lo que más le molesta al buen hombre es que le tomen por turco.
En este caso el yogur estaba fabricado en Alemania. Por eso les interesa que los pobretones sigamos en el Euro. Nos ayudan para sacar más tajada después.

Catalogos virtuales dijo...

Madre mia... yo esos me los como congelados... me explico... los metes en el congelador unas 4 o 5 horas y salen cremosos... congelados pero cremosos... y si encima les mezclas nueces o chocolate...
mejor no digo nada más

La Aprendiente dijo...

jejejeje no sabes todo lo que te entiendo, encantada de leer tu blog

Rufus dijo...

¡Bienvenida Silvia!Siempre es un placer encontrar nuevos visitantes, especialmente si no son boots o sucedáneos.