
Normalmente no me gusta mucho ver las películas que echan en televisión. Con los anuncios, la cosa se prolonga demasiado, y además rara es la vez en la que se emiten en versión original. En este caso, la película era española, y además sin publicidad, como manda la nueva filosofía del ente público. Ya que ahora tengo que pagarla con mis impuestos, por lo menos he decidido hacer un poco más de uso de TVE. Además, si el producto es bueno, bonito y barato, mucho mejor. En este caso se trataba de "Vente a Alemania, Pepe", largometraje español de los 70, en el que se refleja el tema de la inmigración de los sufridos españolitos de la época a otros países europeos (en este caso, Alemania Federal).
Aunque se trate de una comedia, se puede ver que nuestros paisanos las pasaron bastante canutas. Sin saber el idioma, y haciendo pluriempleo, salieron adelante en una sociedad que los miraba con condescendencia, cuando no con desprecio.
La película en sí no es ningúna maravilla del séptimo arte. No hay efectos especiales destacados, ni encuadres maravillosos, ni "flash backs", ni trucos ni nada que se le parezca. Incluso se percibe un cierto mensaje político tipo "España es donde mejor se vive". Aún así, dentro de su sencillez me parece magnífica. Es en cierto modo un reflejo sociológico del fenómeno de la emigración. Pero por encima de todo, cuenta con un elenco de actores geniales, haciendo papeles que les van como anillo al dedo. Landa y Sacristán han demostrado que pueden hacer muy bien papeles serios, pero en los cómicos pocos les pueden hacer sombra. Y mención especial para Antonio Ferrandis que demostró a lo largo de su carrera ser un actor como la copa de un pino. Es una pena que la mayoría de la gente sólo le recuerde como "Chanquete", papel que, por cierto también bordó.
Destacar las referencias al Altoaragón que se hacen en la película. Una pareja es de Velillas, una chica de Barbastro y se hace referencia al dueño de un bar originario de Sabiñánigo. Por cierto, la pareja de Velillas pensaba montar. una gasolinera para situarla junto a la autopista que se estaba construyendo. Parece que 40 años después, habrá una autovía que pase por allí.
Mucho se habla ahora del papel que tiene que jugar España como país receptor de emigrantes. Si todos los que vinieran a nuestro país fueran como los que mandamos nosotros a Europa en los 60 y 70, el problema de la inmigración sería mucho menos problema.