En uno de mis primeros días en la isla de Skye, me llegó a casa un folleto con una oferta bastante amplia de cursillos. El que más me interesó, por razones obvias y de supervivencia era "inglés para extranjeros". No sólo me interesaba aprender la lengua (para eso estaba allí), sino también conocer gente, ya que estaba más solo que la una.
A pesar de que el curso ya había empezado, la profesora no puso ningún problema para admitirme. Unos días después, tras una compleja búsqueda por el instituto de Portree, conseguí llegar a mi aula. Allí me esperaba un grupo bastente heterogéneo que me brindó una cálida bienvenida. Una india cajera de supermercado, dos húngaras (una camarera y otra "housekeeper"), una rumana casada con un pastor protestante y una alemana conductora de autobús intentaban mejorar su inglés bajo la supervisión de Mary McKenzie, una estadounidense que llevaba muchos años en Portree. El curso era de inglés profesional. Es decir, aprendíamos desde temas de gestión de oficina, a herramientas de carpintería. Aparte de ser bastante peñazo, tampoco era lo que me interesaba. Pero por lo menos podía conversar en inglés y pude conocer gente que me ayudaría mucho tiempo después.
Que alguien sea muy buena persona debería ser siempre algo a agradecer. En este caso, la profesora Mary era tan buena persona que apenas nos corregía los errores que cometíamos al hablar. Luego me he dado cuenta de que es mucho más difícil encontrar una persona como ella que una profesora de inglés cañera.
Mary no se limitaba a dar los cursos, sino que también tenía un programa de radio, tipo Radio Vaughan en humilde.También preparó un pequeño libro con ejercicios y CD's. En uno de los ejercicios, dos personas dialogaban utilizando algunas expresiones típicamente escocesas. Yo pensé:"No sabemos inglés, y nos vamos a poner a aprender expresiones escocesas" Craso error, ya que el inglés se puede aprender en cualquier parte, pero esas expresiones son más selectas. Una de ellas era:"I haven't seen you in donkeys". Literalmente "No te había visto en burros", que viene a decir que "hace siglos que no te veo".
Me quedé con la copla y procuré emplear de vez en cuando estas expresiones, sobre todo al hablar con locales. Les hacía bastante gracia. Sobre todo empleba la de "donkeys" cada vez que me encontraba con la profesora.
Hace unos días me llegó un paquete enviado por Mary que contenía un simpático posavasos con la frase "Haven't seen you in Donkeys". Todo un detalle que consiguió emocionarme y me dio que pensar. ¿Cómo es posible que la misma persona (usiase yo) pueda provocar a distintas personas en la misma época un odio cerval(dueñas del Central Restaurant) y un cariño como el que me ha demostrado la profesora?