domingo, 2 de mayo de 2010

Bienvenidos al Cabaret


Berlín, 1931. Los "Felices 20" son historia. Alemania sufre una crisis brutal, con millones de parados y pobres. El nazismo gana fuerza irremediablemente. Lo mejor para sobrellevar esta dura realidad es acudir al Kit Kat Klub, donde el maestro de ceremonias nos traslada a un mundo desenfadado e irreverente en el que brilla con luz propia una cantante americana, magistralmente interpretada por Liza Minelli. La película narra las peripecias de esta cantante dentro y fuera del club, dándonos una excelente visión del Berlín de entreguerras. Los números musicales son fantásticos. Muchos de ellos se utilizan actualmente en anuncios y sintonías de radio y televisión. En la película, además, están muy bien integrados con la trama. Curiosamente, la canción que más me ha impresionado, y que tiene una fuerza narrativa enorme, se produce fuera del Kit Kat Klub.
Como he dicho antes, Liza Minelli está inalcanzable,haciendo el papel de su vida. No menos brillante es la actuación de Joel Grey como el inolvidable Maestro de Ceremonias. Aparte de las interpretaciones y la música, quiero destacar la perfecta integración entre la vida en el club, la de sus personajes fuera de él y la de la propia ciudad de Berlín. No en vano, este musical consiguió nada menos que 8 Oscar, compitiendo con otra obra maestra como "El Padrino".
Nunca me han llamado mucho la atención los musicales. Pero cuando hay calidad, los prejuicios no importan. Y en "Cabaret", la hay de sobra.
Tomen asiento. La función está a punto de comenzar... Willkommen, bienvenue, welcome, Im Cabaret, au Cabaret, to Cabaret...

4 comentarios:

Tyrannosaurus dijo...

¿Crisis brutal?, ¿millones de parados? de que me sonara eso ;). Reconozco que los musicales no son mi debilidad, esta semana he visto "West Side Story" y opino que le corresponde el dudoso honor de ser la película mas sobrevalorada de la historia de los Oscar. ¿En que estarían pensando los de la Academia cuando le dieron 10 premios?. El guion es normalito, los actores no son nada del otro jueves, la puesta en escena mediocre. La banda sonora es notable eso si, pero parece que en un musical eso se presupone. Además me resulto ñoña y sosa como ninguna, y sus casi 2 horas y media de duración es una barbaridad. Sin ir mas lejos "Gigi" o "Un americano en París", ambas musicales también, me gustaron mucho más.

Rufus dijo...

Bueno, espero que no acabemos como Alemania en los 40.
A los Oscar hay que darles una importancia relativa. Depende de la competencia que haya, de lo que se lleve en ese momento, y de otros muchos factores. Aunque en el caso de Cabaret, la calidad se vio reflejada en la cantidad de estatuillas.

@gonzaloredondo dijo...

Buen post primo. El reflejo de la Alemania de entreguerras es en la película, como bien dices, magistral. Quiero recordar una escena que muestra lo que estaba por llegar de una forma palmaria: Michael York toma café en una terraza cuando unos hitlerjugend comienzan a cantar el “Tomorrow belongs to me”. Al ver que finalmente les hacen coro todos los allí presentes, abandona el lugar con su interlocutor y éste le pregunta: “¿todavía piensa que podrán pararles?”

Si no has tenido oportunidad, te recomiendo la excelente “La Cinta Blanca”. En palabras de mi amigo Raúl (gran amante de la Historia) “Es una parábola sobre la infancia de aquéllos que años más tarde formarían en las patuleas de jayanes que contaba Francisco Ayala que oía por las noches desde su hotel, cuando visitó el Berlín nazi”.

Un abrazo,

Gonzalo

Rufus dijo...

Gracias Gonzalo. Precisamente esa escena que comentas es la que más me impresionó de la película. Como leí en un foro, explica muy gráficamente cómo una nación como Alemania pudo dejarse arrastrar a la barbarie.
Tomo nota de tu sugerencia. El cine alemán ha empezado a tratar temas de su pasado más oscuro en los últimos años y lo hace de forma magistral.