sábado, 22 de enero de 2011

Zagreb (I)



Por primera vez en mucho tiempo, la semana pasada me ofrecía tres días libres consecutivos. Como parece ser que eso no se repetirá con demasiada frecuencia, pensé que era una buena ocasión para hacer un viajecito. Tengo un amigo que lleva un tiempo en Zagreb, así que no me lo pensé dos veces y fui a visitarle. El vuelo salía del aeropuerto de Heathrow (cerca de mi casa). Así que pensé que se iba a cumplir uno de mis sueños. Ir andando al aeropuerto a coger un vuelo. Cuando el viernes por la tarde iba andando tan pincho hacia Heathrow, un par de policías cortaron la carretera, en una escena que me recordó a la película "el Show de Truman". No sé por qué, no dejaban pasar, ni siquiera a los peatones. En ese momento me di cuenta de que las personas corrientes tenemos muy difícil alcanzar nuestros sueños, aunque sean tan humildes como los míos.Por allí pasaba un autobús 81 que me pasa cerca del aeropuerto. Lo cogí y me bajé cerca. Pero Heathrow no es Monflorite. Empecé a andar entre hoteles, hangares, almacenes... pero en ningún momento vi que se pudiera acceder a ninguna terminal. El tiempo se agotaba, así que emecé a correr, no sabiendo muy bien en qué dirección. Para colmo empezó a caer una tormenta de las buenas. Felizmente conseguí llegar a la estación de metro de Hatton Cross. El viajecito de una parada de metro me costó 4 libras, pero por lo menos no perdía el vuelo. En el avión me dieron de comer, lo que no es habitual para un usuario de líneas de bajo coste como yo. Al llegar al aeropuerto Pleso-Zagreb, cogí un autobús que me permitió hacerme la primera impresión de la capital croata. Enormes avenidas, con estatuas y flanqueadas por enormes colmenas me revelaron el pasado comunista del país. La sensación de desolación se acrecentaba por una ligera neblina. Y es que, realmente, el comunismo se preocupa mucho del bienestar del pueblo, pero poco del bienestar de las personas. Afortunadamente, el centro estaba bastante más "humanizado" que las afueras. Allí me recibió mi amigo con su novia croata. Dimos un paseo hasta su casa donde pude observar que la ciudad tiene bastantes rincones y edificios interesantes, pero también que en algunos casos, su estado de conservación deja bastante que desear. No olvidemos que Croacia, aparte de su pasado comunista, vivió una guerra civil hace menos de 20 años, por lo que no sobra precisamente el dinero por estos lares. También me llamó la atención la uniformidad racial. A diferencia de lo que ya es habitual en España, y no digamos en Slough, Croacia presenta una total hegemonía de la raza blanca.

6 comentarios:

Gus dijo...

gran crónica, empezando por los nervios de no saber si ibas a llegar a tomar el avión y siguiendo con la precisa descripción de la ciudad de Zagreb. cuántas partes más habrá? pototeo croata? crónica gastronómica? humores yugoeslavos?

iulius caesar dijo...

Ufff, hacía tiempo que no nos deleitabas con una purblicación tan interesante que además se queda a la mitad...estamos esperando que nos sigas dando más detalles.

TITO

Rufus dijo...

Últimamente no ando sobrado ni de tiempo ni de energías. En cuanto pueda seguiré con la crónica. No habrá mucho pototeo, pero no sólo de eso vive el hombre.

Anónimo dijo...

¿Te pudiste enterar qué quiere decir Cibona? ¿Es como decir aquí Atlético, Deportivo o Peñas por poner algún ejemplo?

Saludos
Anónimo Lorenzo

Rufus dijo...

Lo siento, no sé qué quiere decir exactamente Cibona. Aunque KK significa algo así como "Club baloncesto".

Anónimo dijo...

Bueno, pues parece que el asunto viene de los patrocinadores que tuvo a mediados de la década de los 70, todos del sector alimentario.

El club, al independizarse de otra sociedad de la que formaba parte decidió cambiar su nombre, y para ello creo otro nuevo a partir de la expresión latina "Cibus bonus" / "Buena comida", en deferencia a esas empresas que sustentaban gran parte de su presupuesto.

Fuente: Wikipedia inglesa

Saludos
Anónimo Lorenzo