miércoles, 8 de septiembre de 2010

Windsor


Una vez aposentado en mi nueva morada, tocaba inspeccionar el terreno. Nada mejor para ello que calzarme mis zapatillas y salir a trotar un rato. El entorno no llama mucho. Junto a nuestra casa hay un nudo de carreteras que invita a todo menos a correr por sus alrededores. Cogí un carril bici que circulaba paralelo a una autopista. Por lo menos al otro lado había campo. Al rato, tomé un giro a la izquierda que me alejaba de tan ruidoso tránsito. Media milla después (mi adaptación a los usos británicos, como podéis ver, va viento en popa), llegué a un pueblecito bastante pintoresco, con casas antiguas. La cosa se animaba. Pero lo bueno vino cuando me topé con el Támesis. Pero no el típico Támesis que pasa por el centro de Londres rodeado de edificios, sino el Támesis campestre, con sus arbolitos y prados. Por si fuera poco, vi un cartel que señalaba Windsor a un lado, y Old Windsor al otro. Como soy un clásico, y sonaba mejor, me dirigí a Old Windsor. Antes de llegar había una granja que vendía productos de los jardines de Windsor a precio de oro. Old Windsor resultó ser un timo de los buenos. Unas cuantas casas modernas sin ningún glamour. Menos mal que un rato después, vi un bosque con un camino central, y al fondo, el mítico palacio de Windsor. La imagen era impresionante hasta para alguien que, como yo, ha visitado lugares como Salou, Oloron o Kansas City. Ya puestos, llegué hasta la puerta y visité el pueblo. Grata sorpresa, ya que si el palacio es destacable, la localidad de Windsor no se queda atrás. Calles singulares, casas antiguas y una vista inolvidable desde un puente sobre el Támesis, son argumentos más que suficientes para pasarse por aquí. También hay que destacar que aquí se encuentra Eton, uno de los centros académicos más selectos (usiase pijos) y prestigiosos de Inglaterra. Además de todas estas maravillas, pude comprobar muchos carteles de ofertas de empleo en numerosos locales. Lo que empezó como un entrenamiento más acabó en una excursión de las buenas, y en un posible lugar para desarrollar mi dilatada carrera profesional. Cada día se añaden más ventajas a esto de correr.

3 comentarios:

Fuen Murcianica dijo...

Que excursión más fructifera Rufus!

Luego tenemos q ver en facebook frases populares como esta:

"Yo también me levanto a las 6 a correr...a correr las cortinas para que no entre el sol."

Suerteeee!!

joaquin.chc@gmail.com dijo...

Muy bien Rufus, realmente eres un privilegiado por tener la oportunidad de explorar nuevos territorios y zambullirte sin miedos en el mar de nuevas oportunidades que te ofrece la vida.
Aunque a veces puedas anhelar las sensaciones, (casi siempre engañosas), de un estilo de vida estable, "seguro" y tranquilo, lo mejor de la vida es su condición de aventura abierta, el ansia de descubrimientos y la superación de los obstáculos que van surgiendo en el camino. Así que mucho ánimo, suerte y mantén los ojos bien abiertos para que no se te escape nada.
Por otra parte yo os recomiendo sustituir las engorrosas maletas por una buena mochila, más práctica, saludable para la espalda y que te permite caminar con las manos libres (una de las claves de la evolución humana fue pasar de nuestro desplazamiento cuadrúpedo al bípedo, con la consiguiente "emancipación" manual y sus múltiples aplicaciones prácticas, creativas y tecnológicas que contribuyeron también a un mayor desarrollo cerebral). Que las anacrónicas maletas no os retrotraigan a un estado protohomínido remoto! Qué van a pensar las hermosas y acomodadas chicas de Eton si ven a dos españoles arrastrando penosamente sus valijas de cartón por los arcenes de las highways británicas! Pasaos a la mochila aunque solo sea por pundonor patriótico. Un abrazo.

Rufus dijo...

Fuen, como dice el refran, para lo que a unos es trapo, para otros es bandera.
Joaquin, para completar la informacion te dire que, ademas de los maletones, llevamos la correspondiente mochila a la espalda. Y en esas condciones no nos preocupaba mucho lo que pensaran las etonianas.