martes, 21 de septiembre de 2010

Tour of Britain




Uno de mis juegos favoritos en la época gloriosa del Spectrum se llamaba “Milk Race”. Intentaba ser una aproximación (los 48 kb limitaban bastante) a la carrera ciclista más importante de Gran Bretaña. Con el paso de los años, la Milk Race desapareció como tal, y ahora se celebra el “Tour of Britain”. Aprovechando que la prueba finalizaba en Londres este sábado me acerqué a verla. Mientras en otras capitales como Madrid o París, la última etapa de sus vueltas discurre por céntricas y emblemáticas avenidas, en este caso, parece como si Londres se avergonzara de la carrera. La última etapa se celebraba en un circuito ubicado en los “Docklands”, es decir, la zona de los muelles, junto al aeropuerto London City. Para llegar allí tuve que pasar una auténtica odisea. Primero cogí un autobús que me dejó junto a una boca de metro en el anillo 5. Tras más de una hora en el metro tuve que cambiar de línea. Tres paradas después tuve que caminar durante más de 10 minutos en una estación para coger un “DLR” (Tren ligero de los Docklands). Otra horita en el tren y cuando estaba a punto de llegar (muy justo de tiempo), el trenecito se paró en un puente. No sé si lo hizo a propósito, pero por debajo de ese puente pasaba la vuelta. Así que pude ver el paso de los ciclistas desde arriba. Curioso, pero yo quería ver la llegada a ras de suelo y no me quedaba mucho tiempo. Incomprensiblemente, el tren retrocedió hasta la anterior estación y se quedó parado con las puertas cerradas. Se ve que tenía que dejar paso a otro. En ese momento apareció una empleada de los DLR haciendo encuestas sobre el servicio. Justo le vino para que pusiera en mal lugar la eficiencia del servicio, aunque eso no quitó para que le hiciera un poco la pelota alabando el servicio del personal. Unos minutos después se reinició la marcha. Pude llegar a tiempo para ver un paso de los ciclistas antes de que llegaran a la meta. En la zona había bastante gente, aunque nada que ver con las marabuntas que se forman en las grandes vueltas. Dado lo recóndito del lugar, y la poca importancia que se le da al ciclismo por estos lares, no me cabe duda de que los que estábamos viendo el espectáculo éramos auténticos aficionados al ciclismo, y no advenedizos de los que abundan en cualquier acontecimiento de masas. Eso se notó en los ánimos y aplausos que dedicaron a los corredores en la llegada y en la entrega de premios, una ceremonia sencilla, en la que me llamó la atención un detalle. El Tour of Britain hizo una donación a una fundación que lucha contra el cáncer de próstata. Está muy bien que se ayude a los discapacitados, las minorías y hasta a las mujeres (sexo que de débil no tiene nada). Pero los hombres también tenemos nuestras debilidades, y está bien que se nos eche una mano de vez en cuando.

7 comentarios:

Sosaku Runner dijo...

Lo tuyo es realmente afición. Vaya odisea para ver una carrerilla de segunda, pero loable en espíritu e intenciones.

Anónimo dijo...

Curiosamente en el edificio Excel que aparece en tu primera fotografía estaba la sala de prensa del Tour en la salida de la prueba del año 2007, por lo que la zona la tienen bien acotada en lo que a acontecimientos ciclistas en esta ciudad se refiere. Para poder llegar hasta allí la organización fletó un servicio de barcos por el Thamesis que te ahorraba esa paliza de viaje que te tragaste y yo recuerdo comerme también un par de ocasiones, me enteré tarde de su existencia.

Siempre recordaré que allí dentro casi se me quema una bolsa de mano llena de billetes que dejé apoyada sobre unas bombillas para responder a una llamada que más de tres años después aún no me han devuelto según los términos que acordamos (Que hablábamos la semana siguiente)

Por cierto, que esa salida de Londres si estuvo llena de advenedizos, decenas de miles creo yo, aunque mereció la pena, la verdad

¿Cogiste algún "bote" o posters de equipos?

Saludos

LC

iulius caesar dijo...

Me gustaría saber qué quieres decir con "concepción luterana del trabajo". Gracias

iulius caesar dijo...

Hace un par de años pude hacerme a través de internet con una miniatura de un Ford Escort mkI de rally del año 78 más o menos cuyo principal patrocinador reza: "Are you getting enough milk?". ¿puede tener algo que ver con esta carrera?

Saludos, ánimos y mucha fuerza en tus momentos de debilidad. Desde aqui seguimos tus andanzas con mucho entusiasmo.

Rufus dijo...

Los buenos aficionados al deporte hacemos lo que sea por ver o competir en cuaquier prueba. Seguro que alguna vez para correr te has pegado algun madrugon y has acabado destrozado, pero sabemos que vale la pena.
Supongo que el ayuntamiento no quiere provocar un caos en el centro y manda la carrera alli. Habia un puesto con maillots y gente con botes, pero yo solo pude conseguir un yo-yo.
La concepcion luterana del trabajo implica actuar con la mayor honradez y honestidad posible.Como todos sabemos, es practica poc habitual en nuestra tierra donde reina la picaresca.
No tengo ni idea al respecto de tu pregunta sobre el Ford Escort. Gracias por los animos, Iulius.

Aupa Peñas! dijo...

...la idea de profesión conservó en Lutero un sello tradicionalista. Profesión es algo a lo que el individuo debe someterse porque es una donación que la Providencia le ha otorgado, algo ante lo cual debe “allanarse”, y tal idea establece la razón del trabajo profesional como misión, como la misión impuesta por Dios al hombre; este rasgo resultó aún más relevante en el posterior desenvolvimiento del luteranismo ortodoxo. En el plano de la ética, lo único nuevo fue este rasgo negativo: el eclipse de los determinados deberes ascéticos (que alcanzan una superioridad con respecto a los que deben cumplir- se en el mundo) y la prédica de la sumisión a la autoridad y la resignación con el puesto asignado a cada quien en la vida. Llegado el momento de examinar la ética religiosa medieval, comprobaremos que la idea de profesión en el sentido luterano había sido planeada por los místicos alemanes: es así como Tauler, el que evaluaba de igual manera que Lutero las profesiones intelectuales y profanas y, en general, el más mínimo aprecio dispensado a las formas tradicionales del obrar ascético, resultado de la valía exclusiva, aquilatada en la admisión estático-contemplativa del espíritu divino por el alma. De alguna manera, el luteranismo representa, también, un retroceso en relación a los místicos, pues, en Lutero y, en especial, en su Iglesia, eran muy poco seguros los fundamentos psicológicos para una ética racional de la profesión, en tanto que las ideas místicas concuerdan más, en este punto, con la psicología de la fe pietista y cuáquera; inclusive, la inclinación a una autodisciplina ascética la consideraba indigna porque santificaba las obras, razón por la cual estaba situada en un plano cada vez más secundario en su Iglesia.
(Fusilado literalmente de:
http://estafeta-gabrielpulecio.blogspot.com/2010/08/max-weber-concepcion-luterana-de-la.html)
Rufus, ánimo en tu procelosa singladura por las grasientas cocinas británicas. Pero si ves claro que no son tu sitio natural, cambia de rumbo y prueba nuevos hábitats laborales.
No obstante, consigue los teléfonos de las camareras polacas antes de cerrar definitivamente la kitchen´s door, please. Suerte!

Rufus dijo...

Gracias por tu sesudo comentario acerca de la vision luterana del trabajo. Tampoco hacia falta que la hicieras por triplicado, esto no es la administracion.
Ya te pasare el telefono del restaurante. Ese dia no estuve al quite y se me paso pedirles los telefonos a las camareras.