domingo, 23 de septiembre de 2012

Peripecias olímpicas (II)

Una vez conseguido mi objetivo de presenciar un evento olímpico, ahora se trataba de hilar un poco más fino y ver algún representante español en acción. Tras unos infructuosos intentos con el kárate (la web oficial me empezaba a dar problemas), le eché el lazo a una jugosa entrada para unas finales de de piragüismo en las que podía estar el laureado David Cal. Si hay alguien que donde pone el remo pone la medalla es el gallego. Esta vez tampoco me falló y se clasificó para la final, cosa que también hizo otro español (Paco Cubelos).
Ahora sólo faltaba pedir que me dieran libre ese día en el trabajo. Se lo comenté al encargado antes de que hiciera los turnos y no me puso ningún problema, aunque tampoco puso mucha atención, ya que se lo tuve que repetir 3 ó 4 veces tras ver que en el calendario me había tocado en gracia trabajar ese miércoles. Unos días después, saboreando una pinta de sidra con un amigo húngaro, nos dimos cuenta de que ambos habíamos comprado entrada para el mismo evento. Parecía que no iba a ir solo esta vez. Aunque cuando me dijo que iba a ir en taxi me negué a secundarle. Cada día al ir a trabajar, veía unos flamantes autobuses de la organización que llevaban a los aficionados desde Windsor al campo de regatas de Eton Dorney. Ese ambientillo no me lo quería perder, y mucho más teniendo en cuenta su reducido coste (eran gratuitos). Ese día me desperté en plan forofo y a falta de una bandera de España, me enfundé una camiseta de la selección española de atletismo. Tras la tradicional pateada hasta Windsor, aunque esta vez no para trabajar, llegué a la estación de tren desde donde partían las lanzaderas. En el autobús me senté junto a una simpática húngara a la que me faltó tiempo para pototear. Por lo que me contaba (y pude comprobar después, el piragüismo es un deporte muy popular en su país). Tenía pensado encontrarme con mi colega magiar en la entrada, pero había miles de personas, así que decidimos vernos a la salida. Y entre tanto muchedumbre quiso la casualidad que en la taquilla me encontrara con mi mánager, al que no esperaba, ni mucho menos, ver por allí. Tras pasar el ferreo control militar me dirigí a mi grada. Mi asiento estaba situado a unos 250 metros de la meta, con una visión bastante buena. Para entretener al personal antes de la prueba, la organización tuvo la curiosa idea de exhibir a una esquiadora acuática arrastrada por piragüistas.
La primera final fue el K-1 masculino(hablando en plata, un piragüista que va sentado). Tras la final B, que me parece una pérdida de tiempo para los competidores, que no se juegan nada, llegó el turno del español Cubelo. Salió flojo, y aunque remontó ligeramente al final, sólo pudo ser séptimo, siendo el vencedor un noruego. Llegó el turno de David Cal en la categoría de C-1 (de rodillas, con una pierna adelantada, para los amigos). También empezó flojo, quedándose muy rezagado de los primeros puestos en la primera mitad. Pero el gallego es una auténtico maquinón e hizo una parte final demoledora, que le valió para ser segundo. La siguiente prueba era el K2 masculino (igual que el K1 pero con 2 piragüistas por embarcación),sin presencia española. En este caso el honor ibérico fue defendido brillantemente con la pareja portuguesa que se quedó a sólo 5 centésimas del oro que fue a parar a la pareja húngara. Sus compatriotas que eran mayoría en la grada ya empezaban a armar jaleo. Pero se acabaron de volver locos cuando el cuarteto femenino de K-4 se impuso brillantemente en la última final del día. Curiosamente la hinchada magiar mostró mucha mayor alegría con esta victoria que con la anterior, y eso que ésta había sido mucho más holgada.
Tras haber presenciado unos juegos olímpicos, había conseguido ver una medalla española. Lo próximo es ver un oro y escuchar la Marcha Real con la mano en el pecho. Pero eso habrá que dejarlo para el 2016(por lo menos).

3 comentarios:

Gus dijo...

tras la prueba se podía acceder a hablar con los deportistas? habría estado muy bien fundirte en un abrazo con Cal.
has titulado (II) en lugar de (y II). ¿tienes preparados más eventos olímpicos que contar?

Tyrannosaurus dijo...

Despues de vivir esos momentos historicos ahora te falta ver un partido de la liga inglesa en vivo. Aunq no se si eres futbolero? el ambiente de la premier debe ser impresionante. Yo tambien me apunto a lo de la marcha real en 2016 ;).

Rufus dijo...

Precisamente al salir vi que andaba Cal por allí, pero estaba totalmente asediado por los fans. Aún me queda un evento olímpico más por relatar.
No soy muy futbolero, pero sí que me gustaría ver un partido de la premier. El año pasado estuve viendo el ambientillo previo a un partido del West Ham y estaba bastante bien.