jueves, 25 de marzo de 2010

II Media Maratón Ciudad de León


Una de los principales acontecimientos con los que nos obsequia la primavera es la presencia de numerosas medias maratones. Este año he decidido comenzar mi temporada con una carrera en la que en su segunda edición ha conseguido reunir la extraordinaria cifra de 2000 atletas.
Este invierno he entrenado como de costumbre, pero por diversos motivos estoy muy ligero. Tenía curiosidad por ver si mi pérdida de peso se iba a reflejar en el cronómetro. La noche anterior a la carrera, una pertinaz y abundante lluvia no auguraba buenos presagios. Pero el "día D" amaneció nublado aunque seco, con una temperatura suave, muy apropiada para correr. Mi colocación en la salida fue muy conservadora. De hecho, hasta el segundo kilómetro no adelanté al globo de 1 h 45'. Viendo que iba fino, decidí forzar un poco la marcha. Mi objetivo era bajar mi plusmarca personal (1h 35'). En el kilómetro 7 ya había recuperado mi retraso inicial, y marchaba a ritmo de récord. No paraba de adelantar gente,lo que, aparte de darme una pista de que el ritmo era bueno, me daba bastante moral. A mitad de carrera ya hacía cuentas (de la lechera) para bajar de 1h 30', si apuraba al final. Mientras, notaba el apoyo de familiares y pasaba por lugares emblemáticos (la Catedral, el edificio de Botines, el bar Ferrero...) de las primeras calles que vieron mis ojos.
Por el kilómetro 17 ó 18, la prueba se internó en un polígono bastante desangelado. Si a eso le sumamos que el esfuerzo me empezaba a pasar factura, el resultado es que la última parte se me hizo bastante cuesta arriba. Mi cuento de la lechera se desvaneció. Aún así, dándolo todo, conseguí llegar al Estadio Hispánico parando el cronómetro en 1h 31' 30", gran marca que supone darle un "bocado" de 3 minutos y medio a mi anterior récord. Apenas me dio tiempo para recoger la bien nutrida bolsa del corredor, ducharme y dirigirme a la estación de tren. Tenía que volver a Huesca ese mismo día y no tenía una mejor combinación. Mi piernas aún pagan las 6 horas sentado nada más acabar la media maratón. Pero como dice el refrán, "sarna con gusto, no pica". Y correr una media maratón en una ciudad como León, batiendo además mi plusmarca personal, es una sarna que da mucho gusto,

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena! Vaya tiempazo.
A ver si te animas a la media de Calatayud y asi me haces compañía, aunque ya ni me planteo seguirte dado tu estado de forma.

Rufus dijo...

¡Gracias Ruth!No estaría mal correr en Calatayud. Es una media que no he probado.
¿Seguirme? Para mí sería un honor llegar a la par con una maratoniana de enjundia como tú.

iulius caesar dijo...

Hay algún factor de corrección en tiempos en función de la altitud? Crees que el record puede estar afectado en correr en la capital en la meseta leonesa?
¿qué opinas como técnico ingenieril?

Rufus dijo...

Al aumentar la altitud sobre el nivel del mar, el ejercicio anaeróbico se ve beneficiado, al contrario que el aeróbico.Pero no creo que una diferencia de 400 m sobre el nivel del mar sea significativa a la hora de correr una media maratón. En todo caso, no hay ningún factor de corrección. Si no hubiera batido mi récord no hubiera puesto la altitud como excusa

iulius caesar dijo...

Próximos eventos atléticos?

Rufus dijo...

Aparte de la clásica Carrera de San Jorge, me gustaría hacer alguna media maratón más (no sé cuál) y quién sabe si alguna carrera de montaña.

@gonzaloredondo dijo...

Primo, muchas felicidades. Emotivo ha sido el comentario en el que, como piedras de pulgarcito, nombrabas los lugares míticos de ese León al que – aún siendo un huesqueta sin mácula – tanto quieres. Lo del bar Ferrero ha sido digno de un posterior comentario, precisamente, en el mismísimo templo culinario que enarbola la mejor calidad al mejor precio como Lucio lo hace con los huevos estrellados o Adriá con su tortilla desestructurada. Allí cené uno de los días en los que su preciosa S. Santa me invitó a la capital del antiguo reino. Y allí estaban Jero y Evangelina que no había reparado en que la maratón pasaba por el porche de su bar igual que nunca han reparado en que su taberna y sus callos han pasado (y se han quedado) en el porche de nuestras vidas. Excelente cena, gran tertulia con botella de orujo hasta el cuello de la misma, improperios por doquier por parte de Jero y 9 euros por cabeza. Casi ná. La próxima vez que vengáis a León, no podemos perdernos la cita. Enhorabuena por tu record y por la gran carrera de tu hermano Gustavo”Moracho” Cardeña.

Rufus dijo...

Esta vez se me escapó vivo el Ferrero. Con tan pocos días y tantos lugares de tan buen llantar , no puedo llegar a todo. Queda pendiente un ágape en el Ferrero para mi próxima visita a tierras leonesas.