sábado, 9 de octubre de 2010

Back to the light

Al poco tiempo de llegar a Inglaterra, me apunté a una agencia de trabajo temporal de Windsor, especializada en restauración. Hace unas semanas me llamaron para hacer una entrevista. Me hicieron un cursillo acelerado y me dijeron que me irían llamando para trabajos de camarero.
Este jueves tenía el día libre (desde que he llegado aquí, sólo he tenido dos días no-libres), así que planeé una caminata hasta Maidenhead, localidad cercana a Slough. Aprovechando que no tengo muchos compromisos sociales, me recorté un poco la barba, dejando el bigote intacto. Cogí el autobús para Slough y a las 11 y cuarto me sonó el teléfono. Era una empleada de la agencia que me preguntó si me interesaba trabajar ese día. Le dije que sí, lógicamente, y me dijo que tenía que llevar camisa blanca, pantalones negros y zapatos. Además de una pajarita que me suministraban ellos. De esa guisa tenía que aparecer a las 12 en la oficina de Windsor. Por supuesto, yo iba en vaqueros, zapatillas y jersey, además de estar a varios kilómetros de Windsor. Les llamé y pedí una prórroga de media hora, ya que estaba en el autobús y no tenía la ropa. Me dijeron que me podían dejar una camisa y que sí, que si me daba prisa llegaba. Y tanto que me di prisa. Nada más llegar a Slough fui a una zapatería y les pedí zapatos baratos de mi talla. No tenían, así que fui a otra. Por 9.99 libras había unos que me iban como anillo al dedo. Mientras el dependiente les colocaba los cordones fui a una tienda de ropa y adquirí unos pantalones negros sin poder probármelos, además de unos calcetines. Recogí los zapatos y fui a una droguería donde compré unas maquinillas desechables y espuma de afeitar, por si acaso no colaba mi poco convencional afeitado. Eran ya las 11.45, y aún tenía que ir a Windsor. Corriendo con las bolsas y la mochila, aún me llamaron dos veces para ver por dónde andaba. A las 12.10 conseguí llegar, un tanto sofocado, a la agencia. Me dieron una camisa blanca y una pajarita, me cambié en el baño y aparecí hecho un pincel. Nada que ver con el desastrado personaje que había entrado en la agencia 5 minutos antes. Incluso una empleada exclamó: Lovely!, al verme salir. Afortunadamente, no me dijeron nada de mi afeitado. Bien mirado, este bigote con la sombra de barba no me queda tan mal. Yo creo que hasta me da más aire de camarero.
Un coche me estaba esperando a la salida. En él estaban mis nuevos compañeros por un día. Nuestro cometido era servir las bebidas y los canapés en un picoteo que se iba a celebrar en la pequeña localidad de Pangbourne, cercana a Reading. Siempre he sido un asiduo a este tipo de actos. Para mí era toda una experiencia vivirlo desde otro punto de vista.
Tras preparar el local y las bebidas, empezó a llegar la gente. Se trataba de un grupo de unas 100 personas de mediana edad. No estábamos en el multicultural Londres ni en el cuasi monocultural (islámico) Slough. El grupo era genuinamente británico. No sólo en su aspecto, sino también en su exquisita educación. Daba gusto servir a gente tan correcta y amable. Para mí, que he pasado por el infierno de las cocinas, estar allí, en un recinto con vistas al exterior, viendo las caras de la gente y pensando que sería otra persona quien se ocupara de la vajilla, era como ver la luz después de un periodo de oscuridad. Parecida sensación debió sentir el genial guitarrista Brian May cuando, tras un periodo complicado de su vida, volvió a la actividad con su trabajo: “Back to the light”. Por eso he titulado esta entrada así. Como testimonio de que más allá de las tinieblas, siempre se encuentra la luz.

4 comentarios:

Fuen Murcianica dijo...

Ay Rufus!Con lo que me hubiese gustado verte este puente en España! me alegro de que tu trabajo haya sido grato, a parte de lucrativo ;-P

un beso

Gus dijo...

enhorabuena!
hubo referencias a tu elegante "mustache"? alguna pregunta o petición complicada?
pudiste conseguir restos para degustarlos y obsequiar a tus flatmates?
a ver si comienzas una prometedora carrera en el campo de la hostelería.

Dina dijo...

Niño, que estres me has transmitido de tanto correr y tanto correr... menos mal que estas en forma.

Me alegro que la experiencia fuera agradable... eso quiere decir: que te quedas una temporadita por alli ¿no?

Rufus dijo...

Bueno, eso de lucrativo... Trabajar 4 horas no saca de pobre a nadie, amenos que seas un o una escort de lujo.
Mi mustache se integro prefectamente en el ambiente del lugar. En un momento de poca actividad, se nos permitio echarle un tiento a los canapes. Buenisismos. Hubiera sido demasiado echarlos a la mochila.
Dina, el tiempo que este por aqui es directamente proporcional a los ingresos que genere. Aunque me voy a tomar un descanso la semana que viene para correr la media maraton de Huesca.