martes, 10 de julio de 2012

¡Ya "semos" olímpicos!

Allá por el año 92, pude presenciar al mítico entrenador de balonmano Fernando Cantín, mientras entraba en Huesca portando la antorcha olímpica. 20 años después vuelvo a estar en el lugar correcto en el momento adecuado. La llama olímpica pasaba hoy por Slough y Windsor. Con un "timing" casi perfecto llegué a Chalvey (un barrio de Slough) alrededor de la 1 de la tarde, donde centenares de personas jaleaban una especie de caravana publicitaria. A los 5 minutos apareció el relevista entre los vítores del público. Una vez que pasó, aproveché que aún soy un hombre libre para ir a Windsor, donde sabía que continuaba el recorrido de la comitiva. Todavía había más gente en Windsor. Allí además abundaban los mercachifles haciendo su agosto vendiendo "Union Jacks" y medallas conmemorativas.
Me puse en una calle poco transitada que además contaba con la ventaja de que se podía ver la antorcha unos minutos después en una calle paralela. Ya hubiera querido yo estos chollos cuando iba a ver el Tour de Francia a los Pirineos. Al rato, un autobús con relevistas se paró justo donde estaba yo (¿sería casualidad?)De él bajó una relevista con la antorcha y se puso a esperar allí para deleite de los espectadores cercanos. En unos minutos tras el paso de unos ruidosos patrocinadores, apareció un relevista que me resultó familiar.Mis sospechas se confirmaron cuando un grupo de espectadores le animó mientras ondeaba la bandera de su país de origen. Adjunto video para que los avispados lectores del blog adivinen de quién se trata. Como pista diré que se hizo famoso en España porque un rival le tocó las pelotas. Recuperado de la sorpresa, me dirigí a la calle paralela donde pasó la relevista que había visto bajar del autobús. Era la calle principal de Windsor y las muchedumbres apenas dejaban espacio. Ciertamente era todo un espectáculo. Debería haber tenido bastante, pero pensé que una antorcha olímpica no se ve todos los días (como poco cada 4 años), así que seguí a unos cuantos entusiastas y acudí a una alameda que baja directamente del Castillo de Windsor. Allí, aparte de todavía más gente, había una banda militar de música que le daba un aire solemne al acontecimiento. Las vistas con el castillo al fondo eran espectaculares. Esta vez los relevistas eran más bien anónimos. Les seguí un rato, y cuando les perdí de vista di por concluida mi experiencia olímpica. Espero poder escribir algún capítulo más de aquí a unas semanas.

2 comentarios:

Gus dijo...

Eso es aprovechar el paso de la antorcha! En cuanto al personaje secreto del video, diríase que es un colombiano apodado "el pibe". ¿Voy bien encaminado? No sé que pinta allí, pero todo me parece indicar que es él.

Rufus dijo...

¡Correcto!Tampoco sé qué pintaba allí, pero su aparición le dio muchísima vida al acontecimiento.