martes, 22 de septiembre de 2009

Perth



Mi siguiente escala en el camino era la ciudad de Perth. Antes de dirigirme a ella aproveché la mañana para darme un voltio por Dundee. Aparte de visitar los lugares más emblemáticos, no pude evitar darme el clásico paseo por barrios periféricos con sus colmenas correspondientes. Mi hambre de monumentos no era tanta como la de comida. Así que le eché el ojo a un buffet libre indio llamado "Taza"(sic). Allí, por un módico precio, creo recordar inferior a 7 libras, pude degustar auténticas delicias "ad libitum". La gran variedad en entrantes y platos principales se extendía a los postres. Fiel a mi costumbre, traté de no dejar nada sin catar. Menos mal que estos establecimientos no abundan por Huesca. Si no, sería un serio candidato a padecer una obesidad más que mórbida. Ya no quedaba mucho más que hacer en Dundee, así que volví al hostel a por mi maletón y cogí el autobús rumbo a Perth. A diferencia del día anterior, en el que crucé Escocia de Oeste a Este, hoy sólo tenía un corto desplazamiento de menos de una hora. Con la misma filosofía de economizar fuerzas, que empezaban a escasear, había reservado un hotel con habitación individual, en lugar de un hostel con dormitorio multitudinario.
Perth se trata de una localidad de tamaño pequeño-medio, bastante tranquila y agradable. Pude leer que había sido designada como el lugar con mayor calidad de vida de toda Gran Bretaña. Mi estancia no me hizo pensar que eso pudiera ser falso.
El hotel elegido para mi reposo era el "Salutation Hotel". Se situaba en un edifico antiguo, pero, a diferencia de lo que sucede en el mi hotel en Skye, había sido reformado. Con lo cual se conseguía un equilibrio muy bueno, obteniendo el encanto y la genuinidad que le confieren los años, junto con la modernidad del mobiliario. Acostumbrado a los hostels y a mi habitación desvencijada en el Dunollie, mi pieza me pareció un auténtico lujo. Mención especial a la recepcionista, que en apenas dos minutos de conversación, me dio las gracias unas 7 veces. Así da gusto.
A pesar de su relativamente pequeño tamaño, Perth cuenta con gran cantidad de tiendas y centros comerciales. Es una constante en todo el Reino Unido. También está bien surtido de edificios históricos. Se asienta a orilas de un río, lo que sumado a que cuenta con un extensísimo parque, hace que Perth sea una ciudad ideal para pasear. Siempre que el clima lo permita. Esta vez así fue. Por cierto, en el parque había muchos chavales dando patadas al balón. Pero no de fútbol, sino de rugby.
No tenía muchas ganas de vida nocturna. Había tenido bastante la noche anterior y me esperaba un largo viaje al día siguiente. Pero quise tantear un poco el ambiente.
Probé en un disco pub bastante animado. La cosa prometía, pero preferí guardar fuerzas y hacer uso de la habitación del hotel. Al volver al mismo me di cuenta de una cosa. Sí, tenía una habitación con baño para mí solo. Nadie me iba a molestar. Pero...mis posibilidades de conocer gente en la ciudad se vieron muy reducidas. Un hostel es más incómodo, pero da mucha más vida.

3 comentarios:

iulius caesar dijo...

TOdo parece indicar que ya estás en España, y más concretamente en la ciudad en la que te criaste, que no donde naciste.
Si es así espero que estés degustando las comidas caseras y el calor familiar. Espero nos podamos conocer pronto, el invierno llega y quizás podamos esquiar juntos, el año pasado quedó pendiente.

Un saludo,

Julio

Rufus dijo...

Correcto, ya estoy en España sintiendo el calor familiar y el meteorológico que tanto eché en falta en Skye. A la espera de que caigan las primeras nevadas podríamos coincidir en alguna media maratón. Este domingo correré en Castiello de Jaca.¿Te animas?

Fuen Murcianica dijo...

guapoooooooooooooo!! ya estas aquí?
que bien!! hablamos mu pronto!

MUAK