lunes, 18 de mayo de 2009

La inquilina que vino del frío

Tras más de un mes hablando con las paredes (las reales y las metafóricas), eso sí, en inglés, por fin ha llegado mi nueva compañera. Vino ayer, pero yo estaba bebiendo Tokays y similares con mis amigos magiares. Es curiosa la sensación de estar en el piso sabiendo que hay otra persona durmiendo sin saber cómo es. Esta mañana se han disipado mis dudas. Se trata de Pia, una finlandesa de 22 años que cumple los clásicos estándares del país nórdico. Rubia, enjuta y rostro angelical. Parece un poco reservada y buena gente. Creo que nos llevaremos bien.
Más allá del tópico de pototeo, la llegada de Pia ha supuesto una bendición para mí por los siguientes motivos:
-No me siento tan solo
-Puedo hablare en inglés con una persona en vez de con una pared
-La atención de nuestra Securitate particular se va a dividir para dos
Hemos aprovechado el magnífico día para dar un paseo en barco por la bahía. Lo mejor, sin duda es el numerito que monta el patrón del barco. Saca un pescado de la nevera, lo agita con el brazo levantado como si estuviera saludando para atraer aves y lo lanza al mar. Tras varios intentos ha conseguido que acudiera un águila marina. Si este ave supiera que es la atracción principal del show seguramente exigiría mayores emolumentos que un simple pez.
Lástima que tan plácido y agradable trayecto se haya visto ensombrecido por el disgusto de mi nueva compañera. Un malentendido sin mucha importancia con la jefa, con la que tenía que hablar para ver a qué hora empezaba a trabajar el lunes fue magnificado de tal forma a través de mi celular Sagen que la finlandesa ya se veía más pronto de lo planificado rumbo al país de los mil lagos. Daba pena ver el mal rato que estaba pasando. Yo intentaba apoyarla, pero dado el arisco carácter de mi jefa cuando se enfada (afortunadamente no sucede mucho) tampoco tenía muchos argumentos. Al llegar a puerto, una visita al restaurante de 5 minutos ha encauzado las cosas. Para celebrarlo me he ido a correr. 1 h 45’ con final poderosísimo. Estoy muy fino para la media de Skye (si estoy aqui para correrla)

1 comentario:

joaquin.chc@gmail.com dijo...

Que suenen los violines, los coros celestiales y la gaita escocesa si se tercia!
La búsqueda de la "alternativa habitacional" deberías hacerla en compañía de la nueva compañera escandinava. Aquí todo apunta a pototeo del bueno y la afición espera que nos muestres alguna fotillo de la muchacha. Voy a despedirme como en el otro comentario pero con un ligero matiz: A por ella!