jueves, 23 de abril de 2009

Ba-lon-ces-to

Cuando España ganó el Mundobasket de Japón, Pepu Hernández, el entrenador defenestrado de forma lamentable dijo una frase: Ahora quiero que se hable de ba-lon-ces-to. Al remarcar cada sílaba, Hernández quería hacer hincapié en la importancia que este deporte tiene para mucha gente, como por ejemplo para mí.
Cuando planeé mi aventura escocesa, daba por hecho que iba a estar unos cuentos meses sin practicar este deporte, mucho menos popular aquí que otros como el fútbol, el rugby,etc. Pero ha querido la casualidad (si es que existe, que lo dudo) que un compañero de trabajo, Duncan, entrene con el equipo de su instituto. Hablando con él me dijo que consultaría con su entrenador si podía entrenar con ellos. “You are wellcome”, fue su respuesta, que me produjo gran alegría. La cita era en el gimnasio del instituto a las 7.30pm del lunes.
Por otra parte, me he apuntado a un curso de inglés para extranjeros. ¿Qué día se hace? El lunes. ¿A qué hora? De 6.30 a 9.. Llevaba 10 días sin ningún compromiso y se me juntan dos a la vez. Ya di por descartado el baloncesto. Al fin y al cabo estoy aquí para aprender inglés.
Estaba en el cursillo, y vino una conserje con el mensaje: “Duncan te espera en el gimnasio”. Fui a explicarle la situación y vi las canastas. Me recordaban a las canastas que suele haber en las universidades americanas. Vino el entrenador a hablar conmigo, todo amabilidad. Les dije que no podía, que tenía curso hasta las 8 (me colé una hora).Me dijeron que no pasaba nada, que acababan a las 9 y que me pasara después. Hablé con la profesora y le dije que me tenía que ir a las 8. Al final acabé confesando que era para jugar a baloncesto. Me daba la impresión de estar jugando a dos bandas, y en estos casos se suele quedar mal con las dos. Tampoco puso ninguna pega.
A las 8 salí del cursillo, fui corriendo a casa a cambiarme y volví al instituto. Nada más llegar me dijeron que empezaban un partidillo. Se trataba de tinajeros entre 15 y 18 años, incluidas tres féminas. Normalmente yo no pintaría mucho allí, pero el baloncesto es algo universal que puede unir culturas, edades y sexos.
Y todas las ganas que tenía de jugar se juntaron con el agradecimiento a la oportunidad que me brindaban. Creo que nunca había disfrutado tanto en una cancha. Procuré no abusar de mi físico (soy un tirillas, pero un adulto al fin y al cabo) ni intentar demostrar nada a nadie. Disfrutar jugando y que los demás también lo hicieran. Repartir juego y darlo todo en la cancha, respetando siempre al contrario y teniendo en cuenta con quién estaba jugando. Me parece que perdimos de dos puntos, pero me da igual, porque disfruté del auténtico baloncesto. Ese que, como decía mi amigo Bergic se disfruta sin corsés y sin ataduras. Sin la presión de ganar ni de demostrar nada. Que se disfruta por el mero hecho de practicarlo. En definitiva, como decía Pepu: Ba-lon-ces-to.

7 comentarios:

Gabriel Puyo dijo...

Eres grande Alfonsin. Me encanta leer tus crónicas. Gracias por la referencia. Ya irás descubriendo que los escoceses como los irlandeses son realmente amables y serviciales. Aprovecha cada momento, -como si éste fuese el último, en todos los aspectos.

Gracias al exilio mi vida cambió maravillosamente. Me dio, -y me está dando-, la oportunidad de mejorar y sentirme muy feliz en todos los aspectos de mi persona.

Pasarán los años y siempre recordarás con enorme cariñó aquellos años escoceses.

Un abrazo amigo.

Unknown dijo...

Dedicaré mi primer comentario en este blog para:

1 - Felicitarte por sus contenidos, siempre interesantes y muy bien relatados.

2 - Sugerir como idea que introduzcas alguna reseña de literatura. Aprovechando que estás en Escocia, podrías hablar de alguno de sus más subversivos escritores: Trocchi, Irvine Welsh, Alan Warner, etc.
En sus libros describen tanto los ambientes marginales de varias ciudades escocesas, como los increibles paisajes naturales y rurales.

3 - Desearte suerte en la aventura. A pesar de las dificultades, el esfuerzo seguro que merecerá la pena.

Un abrazo!

joaquin.chc@gmail.com dijo...

Qué grandes los dos, Rufus y Drazen, sois unos p*t#s cracks!
Incluso estando físicamente en las Scotlands Rufus aparece en la prensa local ,hoy, corriendo por las calles de Huesca... Miradlo aquí y fijaos quien le escolta, otro grande:
http://www.diariodelaltoaragon.es/Deportes/NoticiasDetalle.aspx?Id=567163
Seguid adelante y disfrutando, un abrazo.

Tyrannosaurus dijo...

Bueno te veo ya plenamente integrado en l vida diaría de Portree. Muy sabia decisión lo de apuntarte a un cursillo de inglés, en mi caso no hize ningun curso en Eire aunque los meses previos si que estudie intensivamente inglés por mi cuenta y en una academia. Lo cierto es que cuando echo la vista atras tengo un muy grato recuerdo de muy estancia en Eire, apuesto a que a ti con el tiempo te pasará lo mismo con Scotland.
Ya sabes en cuanto mejore un poco tu inglés y tu baloncesto solo es cuestión de tiempo cruzar el charco a triunfar en el santuario del baloncesto por excelencia.

Anónimo dijo...

¿Son altos los escoceses para el baloncesto? me parecieron más bien bajitos por regla general.

Pronto vermos a Rufus en el diario de las Highlands.

Anónimo dijo...

Siempre he dicho que tienes madera de escritor.no me canso de "leerte".
me sentia en la cancha jugando con vosotros.
muchos besos

Rufus dijo...

Cierto Drazen, quitando algún ejemplar de Glasgow, los escoceses son muy amables. Incluso un par de veces que me he metido donde no debía me han dicho: ¿Te puedo ayudar en algo?, en lugar del clásico bocinazo hispánico.
Gracias Onka, y bienvenido al blog. Tendré que leer libros de esos autores. Siempre me han interesado los ambientes marginales. Aunque habrá que esperar un poco a que suba mi nivel de inglés. El reto es leer la obra original.
¡Qué buena esa foto! Y cómo Ramón salió como un cohete para salir en ella aunque luego lo pagara. El día 23 ya eché de menos no poder correr.
Me temo que por mucho inglés que aprenda, la NBA me seguirá quedando un poco grande. Con la ADOB me conformo.
Las escocesas son muy altas, pero hacen trampa con esos taconazos. Y los escoceses, en general son de talla media, aunque de vez en cuando se ve algún armario que nos haría más de un traje en la cancha.
Me alegro de que te sintieras en la cancha. Esa es la máxima aspiración de un escritor, que la gente que lo lee se pueda identificar con lo escrito. Había chicas jugando, así que esa sensación la puedes hacer real.
Un abrazo a todos