miércoles, 15 de abril de 2009

Solo en el Paraíso


Como ya he comentado, hasta ahora los alojamientos escoceses han estado mejor de lo que esperaba. La agencia que me ha gestionado todo este embrollo en el que he tenido a bien meterme, me comentó que el alojamiento sería en un “piso compartido de tres habitaciones”.
Es la clásica casa británica de dos pisos bastante correcta, aunque un poco fría. Efectivamente, el piso tiene tres habitaciones, pero la única ocupada es la mía. Mi “Landlady”(casera) me ha dicho que a lo mejor mete a más gente después. Mientras tanto tengo toda la casa para mí, lo cual es una gozada ¿o no?
Lo sería en condiciones normales, pero hay que tener en cuenta varios aspectos:
-El piso tiene un salón muy correcto, pero carece de televisión.
-He venido totalmente “me llamaban Trinidad”(solo)
-El pueblo tiene unos 3000 habitantes.
-Necesito hablar inglés como sea.
-De momento trabajo pocas horas, por lo que tengo mucho tiempo libre.
Resumiendo, estoy más sólo que la una, en una casa sin televisión, en un pueblo pequeño donde no conozco a nadie, aparte del “staff” del restaurante, y con muchas horas para mí.
Cuando me di cuenta de dónde me había metido y lo que me esperaba, mi primer pensamiento fue tomar las de Villadiego. Pero…viéndolo de otra manera:
-Vivo a medio minuto de mi trabajo.
-Tengo una casa de dos plantas para mí solo.
-Me he traído el ordenador y puedo ver pelis y jugar(estoy enganchado al Gothic II)
-Empiezo a trabajar a las 12 de la mañana.
-Tengo el mar a un minuto de mi casa.
-Y la montaña a 10.
-Estoy en un trabajo que, aunque no sea muy lucido, es bastante llevadero.
-He conseguido, aunque sea temporalmente, mi absoluta independencia.
-Acabo de hacerme socio de la biblioteca, con cientos de libros y películas por descubrir.
-Nunca se sabe quién o quienes se pueden cruzar en tu camino.
Por lo tanto, aunque pase momentos un poco difíciles, hay otros en los que me siento un privilegiado. Eso sí, nunca había sentido envidia de ver a un grupo de amigos cenando en un restaurante hasta ahora.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Rufus

Recuerdo cuando, con 16 años, mis padres tuvieron a bien el darme la oportunidad de estudiar BUP en EEUU, hacerme un hombre, y un estudioso de Richard B. Nixon, que para todo tenía tiempo uno. El caso es que las primeras semanas lo que recorría mi pensamiento (y más siendo tan pequeño) era salir corriendo de allí y volver a mi casa. En aquellos momentos, no proyecté en el futuro que aquello, un día, valiese tanto la pena. Lo que soy hoy (en lo bueno y en lo malo) tuvo mucho de aquellos años. Un día mi madre me envió un recorte de una entrevista con el malogrado Fernando Martín (de aquella aún vivía aunque muriese meses después) en la cual analizaba su paso por Portland como jugador de los Trail. En la faceta personal, hubo una frase que me llamó la atención. En ella él decía que había pasado tanto tiempo acompañado de la soledad que un día hicieron un pacto y ahora eran ya amigos. Que sólo a su regreso a España pudo valorar, en su justa medida, lo que había aprendido y había ganado con la experiencia. En eso es en lo que tienes que pensar. Años después mi destino fue Nápoles y, créeme, aun con la experiencia americana, volví a tener la misma sensación. Es cuestión de acostumbrarse. Eso sí, un consejo, aclimátate lo antes posible y este interregno, trata de aprender inglés. A esas situaciones de desasosiego no hay que permitirles que perduren mucho en el tiempo. Refúgiate en el buen cine, en los libros, en los paseos y en tu blog. Pasará rápido. Otra cosa, pregunta si hay algún italiano en el pueblo (españoles no creo que viva ninguno). A falta de españoles son gente que ve en nosotros una cierta hermandad que fuera de casa siempre es de agradecer. Yo siempre lo hago. EN mi viaje por Gales, hasta en el pueblo más recóndito, había un italiano.

Un abrazo y te seguiré leyendo y, como no, comentando.

Gonzalo

Anónimo dijo...

¡Animo Rufus!
Ya quisiéramos muchos de las contaminadas capitales estar así de tranquilos.
Tómatelo como una cura de espíritu,
EN BUSQUEDA DEL EQUILIBRIO

Fuen Murcianica dijo...

Animo Rufus! tiendes que seguir con ese pensamiento y disfrutar del mar,de la montaña,de la independencia..Todos estamos aqui apoyandote y mandandote buenas vibraciones.Tomar las de Villadiego hubiese sido muy depresivo para tí.Seguro que ne la biblioteca conoces a alguien interesting.

Un besoteeeee

Rufus dijo...

Gracias Gonzalo. La verdad es que estas experiencias a veces son duras, pero siempre valen la pena. En mi caso tengo la ventaja de que ya estoy talludito, y de que lo tenía muy claro. Hace dos años me planteé hacer lo mismo. Pero tenía algo de miedo y opté por hacer algo más cómodo, hacer un cursillo. Me lo pasé muy bien, pero en este caso no sólo se trata de aprender inglés y divertirme, sino de ser capaz de trabajar, salir adelante y vivir un tiempo de la forma más parecida a lo que lo haría un nativo. Esa es para mí la mejor forma de conocer otras culturas, mucho mejor que el clásico viaje turístico. La grandeza y la miseria de la soledad es que te obliga a enfrentarte a ti mismo y no puedes huir. A veces vemos cosas que no nos gustan, pero en mi caso he aprendido a aceptarlas. Por eso lo voy llevando bastante bien, aunque haya momentos peores. Si la Scottish burocracia me lo permite me voy a apuntar a un curso de inglés para extranjeros. Aparte de mejorar el idioma espero encontrarme con gente en mi situación. Un abrazo.
Medias: No lo dudes. Lo que más valoro de Portree además de los paisajes es la calma y tranquilidad que se respira.
Gracias Fuen. De momento tengo delante a una tinajera en la biblioteca que no esta nada mal,jeje